Fuiste.

A veces no sé qué más puedo pedir, qué más necesito. No me comprendo. Lo intento continuamente, pero no lo consigo. Ya estoy cansada, cabreada. Nicotina, nicotina, un poco de hierba, nicotina, y un sorbo de este ron que quema mi garganta. Las noches se me hacen eternas. No encuentro nada que me haga dejar de pensar, que me diga que pare. Me canso, me estoy agotando mentalmente. No sé si de alguna forma indirecta estoy provocando esto. Me gusta cuando me despierto por las mañanas y abro la ventana dejando que entre todo el aire, y que ese aire me acaricie. En ese instante cierro los ojos y decido dejarte pasar. Pero me es tan difícil, tan imposible. Lo intento, lo prometo que lo intento, pero no sé qué pasa por mi cabeza. Escucho, siempre palabras malas, pero sigo ahí. No entiendo por qué coño sigo ahí. ¿Me lo explicas? Debería haberte dejado de lado hace mucho, pero supongo que esto es querer de verdad a alguien. Me desespero y las grito. Ellas me miran y me abrazan. De alguna forma o de otra se sienten tan perdidas como yo en todo esto. Ya no saben que decirme, que aconsejarme. No saben qué hacer. Me regalan días de piscina, alcohol, tabaco, vacaciones. Me regalan para que te olvide. Si, en eso se basa ahora mismo mi vida. Olvidarte. No tengo respuesta nunca. Soy así de cobarde de no decirte todo esto a la cara, pero ¿para qué? No voy a volver a caer, a arrastrarme. No voy a volver a hacerlo. Ha sido demasiado para mí. Creo que empiezo a tocar fondo con este tema. Pienso que yo ya he tocado fondo. No quiero volver a escuchar la frase te quiero, a no ser que salga de tus labios.

AC dice: Princesa todo va a salir bien.