Domingo.

Arrepiéntete hoy que es domingo. Sí, piensa en lo que hicistes ayer por la noche y pregúntate ¿eso hice yo?. Pregúntatelo hoy que es domingo.

Bebe agua, duerme y no estudies. Es domingo.

Tira las medias de anoche rotas. Limpia el bolso de esa rara bebida que cayó dentro. Tira el tabaco que te compraste para pasar el rato. Encuéntrate unos zapatos y unos pendientes e intenta recordar que hacen ahí. Llama a tus amigas y pregúntale por esas lagunas mentales. Recuerda el agrio sabor de ese ron marca no muy conocida. Cuenta lo bien que te lo pasaste y las cosas que dijiste sin pensar. Tómate algo para ese dolor de cabeza que sigue acompañado del tun tun de la música de la discoteca. Hazlo porque hoy es el día, hoy es domingo.

Pero hazlo vivo. Siéntete orgulloso de poder recordar todo lo que pasó, vivo.

Trasnocha, bebe, fuma, baila, ríe, pero llega al domingo vivo. Piensa lo bien que lo pasarás el domingo recordando todo lo que te está pasando en esa noche, y no conduzcas. No lo hagas. Tienes que pensar en el futuro, en cuantas fiestas más quedan en tu vida de estudiante. Pero no conduzcas si has bebido.




Sigo aquí echándote de menos.