Él.

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"Jugaba concentrado con una horquilla del pelo. Una horquilla que antes sujetaba los mechones de mi pelo descolocado. Su mirada estaba fija y una lágrima caía por su mejilla dejando su rastro hasta llegar a sus labios, esos labios que tanto juego me han dado, que tanto cariño me han regalado. Esos labios, punto. No sabía todos los pensamientos que corrían por mi mente. Quería decirle lo mucho que le amaba, todo lo que significaba para mi, quería decirle que sin él soy no soy nada, que me quedo en un cero. Quería decirle que aunque estaba a mi lado ya le echaba de menos. Quería volver ya de mi viaje, pero no lo podía hacer. Lágrimas corrían, huían, caían, buscaban un lugar mejor para todo ese sufrimiento. La maldad se había apoderado de mis sentimientos, ninguna palabra arreglaba nada, todo eran esfuerzos basados en nada. Los segundos pasaban casi sin detenerse en pensar que necesitaba mas tiempo, necesitaba mas tiempo para estar con él. El silencio era la marca de esa conversación. La vida se paraba. Las lágrimas no paraban de correr, el llanto acariciaba el dolor mas profundo que jamás mi cuerpo había conocido y los abrazos eran ligeros recuerdos de tiempos mejores. Es un chico especial me dije, tan especial que no hay ni un solo chico mas que se parezca a él. Tiene una magia, un don, es que es él, no puedo decir otra cosa. Es en todo ÉL."



Carlota cerró su diario.

2 comentarios:

Isma Alegría disse...

Pobre Carlota.
La verdad, no se que haria en su lugar, si gritarle al mundo o atarme las manos para no escribir esto, porque lo leeria, y lo volveria a leer recordando todo lo que senti en aquel momento, sientiendome tan tonto que incluso lo volvería a hacer...

Pero me ha encantado :)

Lourdes N.A disse...

Me encanta como escribes, y todo lo q escribes! me gusta ;)

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