Al margen.

Hoy me encuentro en unas de esas noches en las que todo es oscuro. No hay ninguna luz encendida, y es que tampoco quiero encender ninguna. Las cosas van pasando por mi mente. Una a una. Como fotogramas. A veces intento montarlas, pero hoy, no me apetece. Es eso, que hoy no me apetece. Otras veces me encantaría pensar en todo lo bonito. En lo más bonito que tengo. Ellas y ellos. Son los que van dando vida a mi razón. Cinco minutos me basta para olvidar todo. Y tantas veces los echo de menos, aquí, en mi habitación. Tantas veces desearía que sólo uno estuviese aquí para reírme o simplemente hablar de cómo nos va todo. Echo de menos a mucha gente, gente que llega y gente que se va. Pero la vida pasa, y mi vida también. Y voy encontrando a más gente, gente que me enseñan, que me valoran y que me quieren. Por eso no tengo tiempo para estar triste, no tengo tiempo para estar decaída. Me suelen acompañar en mi mente, y alguna vez se me escapa una sonrisa recordando algún momento con ellos. Ya no tengo una vida basada en una persona. Ahora tengo muchas personas en las que basar mi vida. Y no sé, dar las gracias por tirar siempre de mí hacia arriba. Os debo mucho. A todos. Vosotros sois los que me formáis como persona.