Estabilidad.

Camino descalza. Sobre cristales. Camino y mientras voy haciéndome pequeños cortes en las plantas de mis pies. Dejé mis zapatos allí, donde mi vida terminó, donde yo me apagué para siempre. Los dejé allí, en buena compañía, contigo. No me hago daño. No soy fuerte, pero tan poco tan débil como antes. Pienso y en realidad son eso, pequeños cortes que dentro de unos días cicatrizaran para siempre. Ni sonrío, ni lloro. Voy mirando a cada lado. Voy buscando algo nuevo que me remueva por dentro. Voy buscando un nuevo TÚ. Voy renovando mi persona. Va naciendo un nuevo yo. Una nueva persona por conocer. Siempre estoy sola en este camino. Te siento ahí, lejos. Pero me siento bien, te siento. No necesito a nadie que me diga: "esto está bien" o "esto está mal". Ahora soy yo la que decide. Decido y si me equivoco y me caigo, pues miro al frente y consigo levantarme. Quiero pensar que no soy dependiente de nadie, que no te necesito. Pero me doy cuenta de que sola no consigo nada. Pienso y me doy cuenta que voy caída tras caída, y cuando consigo ponerme de puntillas caigo de nuevo. Aún así mi mirada sigue fija en un punto, mi vida quiere seguir siendo algo. Es más, yo quiero seguir siendo algo. Para ti o para mí, pero solo eso, ser algo. Ser un tú, un ella, pero serlo. Sigo pensando y me doy cuenta de que me he vuelto un poco obsesiva, que hay temas que ocupan veinticinco horas en mi mente. Aunque mi conciencia está tranquila, respira tranquilidad. Confía en un mañana o en un quizás. Sigo ahí. Cerca. Por inercia, por cabezona. Pero bueno, sigo ahí. El perfeccionismo que siempre me ha caracterizado gana poder, gana importancia en mi vida. No me perdono ningún error, solo busco que todo esté bien, como a mi me gusta. Que todo esté estable. Pero en realidad nada es estable, todo se tambalea. Colocamos nuestra vida en una balanza y la dejamos a su elección. Miro mi balanza y la dejo columpiarse. Me quedo fijamente mirándola. ¿Hoy hacia que lado caerá?. No sé si me importa. Si, claro que me importa. Esa balanza debe caer hacia el lado correcto, o hacia el lado que yo considero correcto. Ahora dejo de caminar, no siento cristales bajo mis pies. Ahora, ahora.. Ahora, simplemente, no siento nada.