Odio.

|

A veces echo de menos un abrazo. Saber cómo tratarme. Un abrazo sin decirme nada. Echo de menos que alguien me comprenda como tú sabes. Intento vivir de una forma diferente. Pero me cuesta mucho. Me cuesta porque la gente no me conoce. Tú no me conoces. Pero sigo fuerte. Siento como mis ojos arden y el odio los llena. Me siento tan fuerte, tan llena. Me siento capaz de derribar mil muros, de derribarte a ti. Ya ha pasado bastante. Muchas cosas, mucho tiempo. Ya ha sido suficiente para este cuerpo. Mentalmente cansado, físicamente arriba. Un cambio de aires. Salir, beber y cambiar. Volver a cambiar. Lo necesito. Que tú no me conozcas, que yo no me conozca. Cambiar. Aparece gente nueva. Amigas nuevas. Confianza nueva. Y camino con miedo de no ser correspondida. Pero me aguanto y sigo adelante. Sigo adelante porque me ahogo en este vaso. Este puto vaso entero, a punto de derramarse sobre mi mesa. Me he cansado. No quiero nada más. Un cambio. Un puto cambio y nada más. Borrar cada paso en falso que he dado y seguir caminando. Sin miedo, sin temor. Porque sé que estaré sola, llegaré sola y sentiré como mis brazos me rodean. No necesito nada más que estar sola. Miro al vacío, estoy sola. ¿A caso te importa? A mi ya no. Me he acostumbrado a vivir así.

0 comentarios:

Enviar um comentário