Difícil. Raro. Imposible. No, imposible no. ¿O sí? Bajón de autoestima. Tocada y hundida. Bajo siete metros en el suelo. Como si me hubiese caído en un pozo, esperando a que alguien me saque, a que alguien me escuche. Grito, pero no obtengo respuesta. Estoy sola. Aquí. Caída en el suelo. Y no, no sé cómo salir de aquí. Pataleo, la rabia me invade todo el cuerpo. Estoy cabreada, triste, decepcionada. No, no sé cómo estoy. No sé que espero. He caído en picado, sin mirar si había suelo debajo. He apostado y me he fallado. Sí, me he fallado a mí misma. Quizá por esto me cuesta más tirar de mí. Porque no tengo ganas, porque siento que no me lo merezco. Porque he dado todo y me he quedado vacía, sin nada. Sentir que se cae el pilar más grande de tu vida y que no puedes hacer nada para remediarlo, que te has quedado sola tirando de “esto”. No sirven palabras bonitas, ni lágrimas, ni abrazos. No sirve nada. Y hace tiempo decía “hasta nunca”, y no me dejabas decirlo. Y lo tenía que haber hecho. Decirlo pero de verdad. De esas veces que rompes con todo el pasado y sales adelante. Sé que soy fuerte, pero cualquier fallo me lleva a caer. Una vez y otra. Empiezan mentiras y tengo miedo. Tengo mucho miedo. Últimamente puedo afirmar que nada me sale bien.
~.. Somos fácilmente engañados por aquellos a quienes amamos #
0 comentarios:
Enviar um comentário