Ovejomon.

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Gracias por las tardes interminables sin saber dónde vamos a acabar. Gracias por la comprensión en cada momento. Gracias por tu confianza. Gracias por los momentos en el Telepizza. Gracias por todas las tardes a las ocho y media de la noche. Gracias por la alcazaba, la casa de Sergio, la piscina de Mariano. Gracias por ayudarme a escribir mensajes. Gracias por contar siempre conmigo. Gracias por todo tu apoyo incondicional. Gracias por emborracharte conmigo. Gracias por ser capaz de aguantar cuatro horas en un autobús a mi lado. Gracias por los respingos y los “uy”. Gracias por tus clases de rap. Gracias por mencionarme siempre en el twitter. Gracias por tus baladas en el coche. Gracias por los cigarros intensos. Gracias por ser mi mafioso. Gracias por estar dispuesto las veinticuatro horas del día. Gracias por enseñarme a mover las cejas. Gracias por dejar que grabe mi primer tema. Gracias por presentarme a la oveja Copo. Gracias por el Womad. Gracias por el triciclo, el autobús, los golpecitos en el brazo, las koaladas, los cambios de nombre, Anastasia, los partidos Madrid- Barsa. Gracias por todo y mucho más. Eres muy grande Varo, Varone, Varometro.

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