Adiós 2011.

Que típico acabar el año haciendo un balance de todo lo que me ha pasado, pero tengo que hacerlo, es una necesidad. Mi 2011 empezó mal, y acaba en un momento de felicidad que me da miedo que algo lo estropee. Han sido doce meses llenos de momentos buenos y malos. Creí que les perdía, a mis SIETE, a ellas. Pero después de ser muy cabezotas, hemos vuelto. Y me encanta haber vuelto con ellas. He vuelto a ser capaz de querer a alguien al máximo, quizás algo raro, pero yo estaba bien. Flotaba entre nubes, pero como todo, llega a su fin. Todo lo que empieza se acaba, y esto no iba a ser diferente. Le conocí y los conocí. Tremendos, grandes, LA MAFIA. Muchos grandes momentos con ellos. Volví a sentirme más fuerte con él, con el guardián de todas mis noches. Vuelve a ser tremendamente imprescindible en mi vida. Llega el momento y te das cuenta que no todo lo que ves en la televisión está tan lejos. Que te puede tocar en cualquier momento, y que en cualquier momento puede pasar. Solo tienes que echarle cojones y no dejar que te trague. Todo eso me hizo madurar tanto que a veces no reconozco mi forma de hacer ahora las cosas. De todos los errores se aprende, y aprendí. Un día te despiertas y te das cuenta que llevas tres años en esta carrera, con esta gente que tantos momentos me han regalado. Me hacen feliz con nuestros jueves, nuestros miles de eventos discutiendo, nuestras tardes de twitter, y nuestras mañanas en la cafetería, en nuestro rinconcito del fumador. No puedo olvidar algo que ha cambiado mi vida para siempre. Darme cuenta que, aunque tengo que vivir con ello toda mi vida, ahora mismo tengo el alta en mis manos, después de años luchando.

Sinceramente, poco me queda por destacar, y si me falta algo es porque no tuvo esa relevancia en mi vida. Sin más, quedan los propósitos del año nuevo: dejar de fumar, dejar de beber, estudiar más, ser mejor hija, y bla bla bla… Solo entra un año más en mi vida, no me presiono, no voy a pedirle nada, solo voy a dejarle que fluya.

FELIZ AÑO A TODOS