Aunque sea un rato.

Miro hacia atrás y me doy cuenta de que las cosas han cambiado. A pesar de echar de menos sigo fuerte. Aunque la tormenta me acecha no pienso achantarme. Tengo suficiente capacidad para superarme, para cambiar. Sé que puedo acertar en mis decisiones, o que puedo meter la pata hasta reventar, Pero he aprendido a no abandonar. Confío en mí y en mi suerte. Sé que he saltado todos los baches que me han ido sorteando en mi camino. Me siento acompañada, ella no falla ni en los peores momentos. Sinceramente, gracias por hacerme tan sumamente fuerte. Gracias por la compañía que aguarda cada noche por mí. Hace tiempo que no siento la soledad, tengo miles de brazos que me arropan cada día. Y los que no me quieran arropar, ya sabéis donde está el camino. Pero si te vas, no vuelvas.