Felicidades a mi.

He llegado a casa y me he propuesto despedir mis diecinueve con algo nuevo en este blog. Con un poco de sonrisas y buenos recuerdos. No sé si seré capaz. Siento un poco de miedo de comenzar mi vida en el número dos, dicen que pierdes la noción del tiempo. Y no, no me gusta crecer. Tengo una mentalidad tan infantil que me duele crecer y tener que dejar de lado algunas cosas. Me siento como en Año Nuevo, con los propósitos para el nuevo año. Quiero hacer tantas cosas que no sé si seré capaz.

En este año he pasado muchas cosas. Desde el 30 de junio de 2010 he vivido un verano raro, tres meses intensos de locura máxima y del que recuerdo poco. Empezó un curso nuevo. Fui a Madrid, vi un concierto en el Palacio de Deportes, me hice un pendiente en la nariz. Conocí a todos los novatos y les cogí un cariño impresionante, no puedo decir uno con el que me lleve mal, aunque a uno los conocí más que a otros ;) Llegaron discusiones con la persona que más quiero, pero conseguí seguir adelante. Perdimos a alguien importante para él, quizás uno de los palos más grande en mucho tiempo. Casi sin reponerme la perdí, a ella. Mi otro yo, mi corazón, alguien que no me felicitará este año, pero sé que estará cerca de mí. Los siguientes meses han seguido igual, de fiesta en fiesta, y perdida del mundo en general. Capicúa, tengo que hacerte una mención pequeñajo, aunque ya sabes lo que hay, no tengo que decirte nada más. He estado tiempo sola, y por ahora creo que estaré así un tiempo.

Quiero unos veinte diferentes. Dejaré de fumar, beberé menos, viviré menos al límite, estudiaré más, dejaré de morderme las uñas, estaré más cerca de quien más me quiere, te olvidaré… Muchas cosas quiero, pero por proponerlas no pierdo mucho tampoco.

Gracias a la gente que vino, que se fue. Que me hizo fuerte, que me hizo llorar. Gracias a la gente que me ha valorado y me ha hecho reír. Gracias, por supuesto, a la gente que ha hablado mal de mí, me habéis hecho una campeona y fuerte como una roca, aunque a veces sea tan débil como una mosca. Gracias a mis SIETE. Gracias a TI. Gracias a mamá, papá, abuelo, familia. Gracias a CAV. Gracias a ELLA. Gracias a cada una de las personas que me habéis soportado este año. Gracias por llorar conmigo, por emborracharos conmigo, por caeros conmigo, por llevarme de vacaciones, por buscar una sonrisa en cualquier parte, por pasar tiempo conmigo y no olvidaros nunca de mi. Gracias porque sin vosotros estos diecinueve no hubiesen sido iguales.

Y terminando con esto, espero empezar los veinte con otra mentalidad. Espero daros más de mí, no fallaros y no fallarme. Espero que me riñáis cuando queráis, que me tiréis de las orejas cuando me lo merezca.

Espero mucha biblioteca, mucho Vivero, mucha Alhambra o mucho Costa Caya, espero mucha facultad, muchas fiestas, muchos Casablanca, muchos paseo y mucho Embarcadero.

Y con esto, termino. GRACIAS.